La educación musical supone una formación integral para el individuo; estimula todas las facultades del ser humano: memoria, razonamiento lógico y matemático, orden, abstracción, imaginación, creatividad, comunicación… Ningún estímulo logra tantos efectos sobre el cerebro como la música. Además, está científicamente demostrado que, cuando una persona hace música, la actividad cerebral que genera va a hacer que mejore en otras asignaturas.
La música es de vital importancia no sólo por su belleza y valor estético, sino también como soporte a partir del cual el ser humano se puede comunicar con otros y consigo mismo. Esto lo hemos visto muy claro durante este período de confinamiento: la música ha sido una forma natural de expresión emocional, de distracción y de comunicación. Así, durante el estado de alarma, les planteé a los alumnos y alumnas trabajar para ser personas resilientes, es decir, individuos con capacidad de transformar los momentos negativos en positivos con el fin de superar las adversidades que se pudiesen encontrar a lo largo de su vida. Para ello, realizamos actividades de canto, práctica instrumental, percusión corporal, escucha activa y creativa, baile y composiciones sobre la situación y sus sentimientos. Actividades agradables que ayudaran a conectar con nosotros mismos y que sirvieran para regular el estado emocional. También les enviaba vídeos en los que interpretaba con el violonchelo temas musicales para motivar y dar mensajes de ánimo pues, constantemente llegaban noticias negativas al alumnado a través de los medios de comunicación y esto, unido al no poder relacionarse con su grupo de iguales y salir al exterior, hacía que se acusara más el desánimo. De la misma forma, y ya que no podíamos hacer música juntos/as, realizamos una actuación tocando todos y todas desde nuestras casas. Siempre he apostado por la realización de actividades que ofrezcan al alumnado la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos y vivir otras experiencias que le sean positivas para completar su formación académica y personal. Deseo haber aportado mi granito de arena y haber contribuido a hacerles más sensibles ante la experiencia musical.
María Simón Hinojo
Profesora de Música en el IES LOBETANO, curso 19-20
OVER THE RAINBOW, 1º ESO
IMAGINE, 3º ESO